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¿Por dónde iba?

El cine de Woody Allen (1º parte)

Ahora que está de actualidad el cineasta neoyorquino por el estreno de su última película, Scoop, estoy revisando su filmografía. La verdad es que nunca había prestado demasiada atención a sus películas, así que desde hace un tiempo, me dedico a ver todas sus obras, que son muchas. Y me gustan. Es más, me encanta.

 He leído por ahí, por el ciberespacio, infinidad de cosas sobre él y su cine. Que si ésta es mejor, que si aquélla es una obra menor... Yo creo que todas las películas de este pequeño hombre, son sólo una. La misma, que empieza y acaba una y otra vez. Es significativo que en todas, absolutamente todas sus películas, utilice los mismos créditos. Es sólo una forma de decir que siempre vemos la misma película, o, mejor dicho, la misma vida. La de cualquiera de nosotros. También hay infinidad de topicazos sobre toda su filosofía, sus intenciones, su búsqueda... Yo extraigo una visión global: la vida es tan miserable, tan zafia, imposible y absurda, que no queda más remedio que afrontarla con humor y neurosis.

Comentario de Paco a "pensmientos inconexos"

Por alguna razón que desconozco, el blog no permite hacer comentarios a los artículos publicados. Como por otra vía me ha llegado este comentario de Paco, me parece ineteresante publicarlo. Gracias por el esfuerzo y el interés. Están saliendo en esta bitácora temas muy interesantes que pronto espero tratar con detenimiento. Os dejo con el comentario:

"¿Es posible crear un mundo donde tu felicidad sea lo primordial? ¿Dónde está realmente? ¿De qué se compone? En fin, una serie de preguntas que sólo tú has de responder con el paso de esas etapas de las cuales dices formas parte.
Hay algunos puntos en los que me gustaría adentrar en mayor profundidad, sobre todo, en las cuestiones que nos hacen valer más en cada uno de los momentos de nuestra ardua vida. Sin embargo, prefiero no mostrar mi visión, porque se tratan de pensamientos inconexos, y estos se derivan de reflexiones íntimas que vislumbran un cambio personal, y como tal, han de ser descubiertos por la persona en concreto.
No sé querido amigo, si esta es tu situación, o simplemente has dejado parir algunos hijos mal criados que no aguantabas más en tu mente.
No cabe duda, que la fuerza de la cual estamos hecha es la que marca el designio de nuestros días. No hay nada más que la pequeña partícula que llevamos dentro, aquella que nos hace sentir de manera diferente a todos los demás, aquella de una forma u otra es el emblema de nuestra personalidad.
Por eso, querido Daniel, la felicidad es algo tan efímero que ni siquiera encontrarás en algo tan eterno como es el paso de los días, sólo en esos instantes puntuales y agraciados, y que son muy pocos. Y quizá, esté presente en esos amigos, en esos folios, en esas imposiciones, en esos viernes por la noche,... Quizá, pero si todo parte de nuestro interior, es posible creer en algo más que el reflejo de los demás y lo demás. (no sé si me comprendes)
Podría seguir, pero no quiero filosofar más. Sólo comentarte que seguiré atentamente tu evolución y tu bitácora.
El poeta, tu amigo".

Pensamientos inconexos

Hay quien, como yo, considera la vida como una sucesión de etapas. Pero no de etapas objetivas como pueden ser los años, o la independencia económica. Me refiero a etapas subjetivas; Intervalos de tiempo marcados por una compañía, un sentimiento o, incluso, un olor.

Hay veces que uno se harta de vivir en una misma etapa y desea que algo interesante cambie su vida. Le pasa a todo el mundo. Lo que diferencia a unas personas de otras es que unas esperan que el cambio provenga de una circunstancia externa, y no se dan cuenta que, en el fondo, depende del mundo interior (lo único que realmente poseemos en esta vida).

Decía el psiquiatra Enrique Rojas que la Felicidad consiste en el equilibrio entre los tres planos que marcan la vida del hombre: amor, trabajo y cultura. Si uno de estos aspectos no está lo suficientemente desarrollado no podremos ser felices. ¿Es este el mismo discurso que nos enseña la sociedad en la que vivimos?

Si nos quitan los amigos, la familia, el dinero, la ropa, los anillos, lo “bailao”, la tele, los libros, los horarios, las obligaciones, los viernes por la noche, las imposiciones, las fotos, el ordenador, los folios, las… ¿Quiénes somos?

El placer del humo

Para mucha gente el tabaco es sólo una adicción. Hay fumadores que llevan tantos años siéndolo que han olvidado el placer de fumar y sólo buscan calmar la necesidad real y física de nicotina. Es una pena. Porque fumar, se quiera o no se quiera, es un PLACER. Es cierto que es muy perjudicial para la salud; pero hoy en día ¿qué no lo es?

Hace tres semanas que he dejado de fumar. No tanto por voluntad real como por voluntad razonable. Como es normal, después de este tiempo ya he superado los “dolores” físicos, aunque todavía duele el alma. Aunque parezca mentira, fumar forma parte de uno mismo y es uno de los elementos cotidianos más poéticos que existen. No es lo mismo escribir un poema, beber una cerveza, estudiar, trabajar, conversar, sin un cigarro. Falta algo. Las noches de verano, en altas horas de la madrugada, con apuntes o un viejo libro por delante no son tan entrañables sin el sabor del humo en el ambiente.

Luego está el trauma de ver que todo el mundo fuma. De acuerdo, hay mucha gente que no lo hace, pero para un ex – fumador parece que todos disfrutan del tabaco menos tú. Y ves a los amigos acabar la copiosa comida en un restaurante y tomar de postre un fabuloso cigarrillo. Incomparable. O decides ver una buena película y te encuentras con Harvey Keitel en Smoke enseñando por qué muchas vidas no tienen sentido sin el tabaco…

He dejado de fumar y no me arrepiento —por ahora— de haberlo hecho. Aunque ya no sufro como los primeros días, pensar en el tabaco me produce una melancolía que creo que acompañará el resto de mi vida. De mi vida de no fumador.

Todos periodistas

La interminable lucha entre los medios de comunicación por conseguir la empatía de sus lectores siempre ha garantizado la innovación en el periodismo. Sin embargo, en los últimos años estas innovaciones han estado más vinculadas a las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías que al propio periodismo. La última gran pugna -que en realidad sólo acaba de despegar- entre los medios es el llamado periodismo participativo. Cualquier persona, a través de los llamados weblogs, puede elaborar y publicar un texto periodístico y así participar de una manera activa -como nunca antes se había hecho- en la elaboración de un periódico o del marco informativo de la sociedad. Los blogs están creciendo a un ritmo vertiginoso en España y es aquí donde surge la polémica: ¿Está preparado todo el mundo para vertir informaciones u opiniones alegremente? La credibilidad o la formación de un blogero no puede ser constrada, y parece evidente que, a pesar de que todos tenemos opiniones respecto a la realidad que nos rodea, no todas son relevantes o significantes.

Es innegable la enorme posibilidad que ofrecen las bitácoras, pero deberían estar a disposición únicamente de periodistas. La libertad de expresión es un derecho fundamental de todos los españoles, pero la intromisión de personas ajenas al periodismo difícilmente enriquecerá la calidad de los medios y de la sociedad misma. Lejos de aclarar el panorama informativo, enrevesado de por sí, la participación de los lectores de esta manera tan agresiva, creará una mayor confusión, donde los términos investigación, análisis, documentación o veracidad se verán en entredicho.

Por otra parte, parece que la naturaleza del "movimiento blogero" está cambiando. En un principio, éste nació como una alternativa a los medios convencionales, concentrados en los grandes grupos de comunicación internacionales. Sin embargo, en los últimos tiempos, estamos asistiendo a la introducción de blogs en distintos diarios de ámbito nacional. Entre estos medios existen algunas diferencias. Periódicos -en su versión digital- como elmundo.eshan comenzado a crear blogs sólo para columnistas del propio diario, limitando así la participación de los lectores. En el polo opuesto se encuentra quediario.com, que permite la redacción y elaboración completa de noticias por parte del público. Y por último y en un término medio, se encuentra 20minutos.es, que permite el comentario a las noticias y artículos de opinión elaborados por los periodistas del diario. Esto podría demostrar la inquietud de los medios por conocer las opiniones de sus lectores, y así elaborar un periódico que los llegara a satisfacer plenamente contando con su colaboración. Pero conociendo la forma de funcionar de éstos, no parece que sea mucho más que una campaña de imagen o una carrera para colgarse la medalla del medio más moderno, plural y cercano al público.

En definitiva, parece que los blogs están llamados a ser el futuro o la destrucción del periodismo tradicional, y los periodistas de título quedaremos diluidos entre la nueva gran masa redactora, tal vez sin encontrar otro remedio que buscarnos la vida entre abogados, médicos o arquitectos. Ejerciendo algo que no sabemos.

La trampa del periodista multimedia

Desde hace algún tiempo, los expertos en periodismo vaticinan un gran cambio en el perfil del nuevo profesional de la información. Este nuevo periodista del futuro es el "periodista multimedia", capaz de desenvolverse con holgura en los distintos campos tecnológicos y comunicativos.
El mismo avance tecnológico que ha afectado de manera directa al periodismo -internet, la proliferación de medios digitales, aplicaciones fotográficas, etc...- ha propiciado que un mismo periodista vaya centralizando tareas que antes se encontraban diversificadas en varios profesionales. Esto implica un cambio considerable en la forma tradicional del periodista, que, además de elaborar textos, deberá estar más que familiarizado con una forma de trabajar más dinámica y abierta.

Muchos teóricos presentan a este futuro profesional como un ser involucrado en el progreso y con una visión amplia de la realidad, con capacidad de producir y procesar información simultáneamente para prensa, radio, televisión e internet. Y lo plantean como un avance positivo, como una gran posibilidad de desarrollo profesional para los periodistas, que quedarían encantados de "saber" tanto y poder proyectarse en la sociedad de la información con todo su esplendor. Sin embargo, todo el optimismo acerca de este futuro multimedia parece esconder unos intereses que sobrepasan el mismo periodismo y atienden más bien a cuestiones económicas y empresariales. ¿Será el nuevo periodista un "hombre para todo", recibiendo el mismo salario que recibía por desempeñar una única dedicación? Parece que, efectivamente, las redacciones verán desaparecer profesiones -maquetadores, fotógrafos, documentalistas, ...- y contemplarán el nacimiento del periodista saturado, en una profesión que desde siempre ha sido absorbente y mal remunerada.

Dejando de lado la situación propia del periodista, tampoco parece que el periodismo en general obtenga grandes beneficios con la llegada del multimedia. Ante los numerosos frentes en los que tendrá que desenvolverse el profesional de la información, parece que se ganará en producción pero no en calidad. La inmediatez primará sobre otro tipo de valores periodísticos -el cuidado del lenguaje, la estructura de los textos, ...-, y el análisis y la reflexión quedarán mermadas notablemente. Por lo tanto, habrá que valorar, desde los sectores más comprometidos con el periodismo libre y de calidad, la conveniencia de que la profesión adquiera una dimensión moderna, tecnológica (y sometida a los imperios de la información), aún a costa de valores humanistas y tendentes al periodismo honesto y de calidad.

La TDT que nos espera

La sociedad de la información está llena de ambigüedades y contradicciones. Parece que la historia de la televisión analógica tiene los años contados, y ya ha comenzado toda una campaña de información-publicidad para convencernos de las ventajas de la Televisión Digital Terrestre.
Ciertamente, la tecnología hará de la televisión un medio más interactivo, con una oferta más variada y una calidad de imagen y sonido similar a la del DVD. Toda una galería de mejoras e innovaciones que pretenden cambiar la convencional –y pasiva- forma de emplear la televisión. La TDT permitirá utilizar servicios hasta ahora exclusivos del ordenador como el correo electrónico, descarga de audio y vídeo, etcétera.

Sin embargo, no está asegurado un éxito real de esta nueva forma de televisión digital, ya que el hecho de que existan mejores medios no garantiza la calidad de los contenidos, que al fin y al cabo es lo que las audiencias juzgan y toleran. Y precisamente este no el fuerte de las televisiones españolas en la actualidad. En un momento en que el Gobierno está empezando a tomar partido ante la llamada “telebasura”, y en el que se pretende proteger a los menores de contenidos poco adecuados para su formación, la sensación que tiene la sociedad de la TDT es poco esperanzadora.

Nacerá una gran gama de canales –temáticos o no- que permitirán elaborar una parrilla televisiva a la carta. Habrá más para elegir, aunque no sepamos la calidad de las posibilidades. En la actualidad, las dos plataformas que emiten en digital (Net TV y Veo TV) no han tenido una buena aceptación por parte del público debido a los malos contenidos. Esto sirve de indicador de que sólo la calidad técnica no satisface a todos.
Aún quedan cinco años para que las televisiones nacionales dejen de emitir en analógico y comiencen la era digital en la comunicación audiovisual. Esperamos que en el tiempo que queda las ideas y, sobre todo, la forma de hacer televisión se pongan a la altura de las posibilidades tecnológicas. El listón está bastante alto.

El futuro de la conexión a Internet

El futuro de la conexión a Internet

Los avances tecnológicos se suceden a una velocidad vertiginosa. Hace menos de quince años, pocos eran los hogares españoles que disfrutaban de conexión a Internet. Desde entonces, las empresas del sector luchan por ofrecer un servicio más eficaz y rápido, y obtener la confianza de los usuarios. En este sentido se han vivido verdaderas revoluciones. Desde la conexión a través de la línea telefónica hasta el ADSL, pasando por la conexión a través del cable de fibra óptica. Sin embargo, los usuarios se han vuelto cada vez más exigentes ante los defectos de las conexiones (baja velocidad, caídas de la red, lentitud,… etcétera), lo que continúa provocando la investigación de nuevas formas que satisfagan a todos y mejore las posibilidades que existen en la actualidad.
En este sentido, Iberdrola ha tomado la delantera implantando en España la tecnología PLC (Power Line Communications). Se trata de la conexión a internet a través de la red eléctrica ya desplegada. Esto supone que la conexión a internet y otros servicios de telecomunicaciones (televisión interactiva, domótica,…) estará disponible en cualquier enchufe, y no habrá necesidad de instalar nada más. En principio, son muchas las ventajas que ofrece esta nueva tecnología, aunque destaca el incremento de velocidad que oferta –hasta 15 mbits/s frente a los 512 kbits/s que actualmente ofrece el ADSL-, con un precio sensiblemente inferior. También es significativa la expansión que esta tecnología permite, ya que podría acceder a zonas donde el ADSL o el cable implican grandes complicaciones de instalación.
En España, son varias las empresas que se han interesado por el proyecto (Iberdrola, Endesa y Unión Fenosa), y las experiencias piloto que se han realizado indican que verdaderamente puede ser una alternativa más que seria al ADSL. Por esta razón, las empresas se han decidido a lanzarlo progresivamente en todo el país.
Efectivamente, podemos encontrarnos ante una nueva forma de entender la conexión a Internet, con unas velocidades desconocidas hasta ahora y con un sistema ya instalado. Quedan algunas cuestiones que mejorar (evitar el “ruido” que puede producirse a través de la línea eléctrica, por ejemplo) que marcarán el éxito o el fracaso de esta nueva solución. A los usuarios de internet de Españase les ofrece una nueva posibilidad, y únicamente ellos decidirán si esta nueva tecnología que tanto se ha anunciado está a la altura de las expectativas creadas. Si no es así, las empresas deberán buscar otras opciones.

El móvil, ¿medio o fin?

El móvil, ¿medio o fin?

El teléfono móvil es quizás la mayor revolución tecnológicaque se ha dado hasta ahora a nivel mundial, pues el número de usuarios supera ampliamente al de de Internet, por ejemplo. En menos de un lustro, el teléfono móvil se ha convertido en un elemento cotidiano en la mayoría de la sociedad –desde los más jóvenes a los ancianos-, y su evolución ha ido a un ritmo vertiginoso.
Su desarrollo ha permitido que sus aplicaciones también hayan llegado hasta la esfera del periodismo. Por una parte, ha facilitado enormemente las comunicaciones instantáneas desde cualquier punto, especialmente en la radio, donde posibilita la participación de colaboradores y entrevistados en tiempo real. Por otra parte, los periódicos han apostado por el teléfono móvil como una canal más donde difundir las noticias. Diarios como El Mundo, El Paíso ABC ofrecen a sus lectores, a través de sus ediciones digitales, la posibilidad de recibir noticias vía SMS (noticias en texto) o MMS (noticias multimedia)). De este modo, la información puede llegar a cualquier parte, siempre a disposición del lector, que también puede seleccionar los temas que le resultan más interesantes para recibir en su terminal telefónico.
Para que esta serie de servicios haya alcanzado el éxito actual, ha sido necesario que el desarrollo técnico fuera avanzando. De este modo, la plataforma i-modeha hecho posible que desde el teléfono se pueda acceder a servicios como correo electrónico, canales de entretenimiento, noticias, etc…
Así, la inclusión de el móvil en a vida diaria y en la sociedad de la información puede tener varias lecturas. Está claro que el móvil se ha convertido en un elemento imprescindible para el periodista actual, facilitándole enormemente el trabajo. Y es innegable la comodidad y posibilidades que aporta al destinatario de la información. Sin embargo, para muchas personas se ha convertido en un objeto imprescindible en sus vidas, llegando a ser esclavos de ellos: ya sea por la necesidad de estar permanentemente en comunicación con los demás, o por “sentirse obligados” a poseer las últimas tendencias, accesorios, etc. Lo que nos lleva a pensar que la tecnología nos facilita la vida, sí, pero siempre hay negocio detrás. Alguien que se hace rico vendiendo humo como ilusión.

Debate de redacción

El periodismo es quizás el ámbito que ha sufrido mayores transformaciones si tenemos en cuenta su corta historia. Y ya más recientemente, uno de los más alterados por la irrupción de las nuevas tecnologías en la realidad cotidiana de la sociedad. Uno de los más significativos,-internet- está incluso cambiando las estructuras de redacción de textos más asentadas dentro del periodismo tradicional. Hasta ahora, la estructura de pirámide invertida–la información más relevante se expone al comienzo del texto y el interés va declinando– ha sido la más empleada y respetada por los teóricos y periodistas. Sin embargo, parece que no es el mejor modelo para la prensa digital. Según Ramón Salaverría, esta estructura no funciona en los diarios digitales de pago, pues se suele ofrecer el titular y los dos primeros párrafos de las informaciones, aportando de forma gratuita la información más relevante y exigiendo un abono por el material secundario.

Ante esta limitación, el periodismo cibernéticoha encontrado en el hipertexto la ventaja más significativa respecto a sus hermanos de papel, fundamentalmente por la posibilidad de derivar al lector hacia otros textos que complementan y enriquecen la información. De este modo, se pueden presentar las informaciones de una forma atractiva y distinta, sin recurrir a la estructura cerrada de la pirámide invertida. Theodor Nelson, teórico que acuñó el término hipertexto en 1981, lo define como una escritura no secuencial, a un texto que bifurca, que permite que el lector elija y que se lea mejor en un pantalla interactiva. Esto representa una agilidad en la información , ya que gracias a los hipervínculos, se puede acceder de manera inmediata a múltiples informaciones relacionadas.

Por lo tanto, nos encontramos ante dos realidades por las que atraviesa el periodismo en la actualidad. Por una parte, el cuestionamiento del funcionamiento de la pirámide invertida en internet, puede hacer pensar que no se está atendiendo de forma honesta a los intereses propios del periodismo, sino a los del mercado. En numerosas ocasiones se toma como normal que se modifiquen hábitos y estructuras asentadas por exigencias de la oferta-demanda, pero ¿es el periodismo un simple comercio como otro cualquiera? Es indudable que los medios informativos son empresas que deben tener una viabilidad económica para existir, pero…¿hasta el punto de someter sus principios a ellos?.

Por otra parte, son innegables las ventajas del hipertexto, que consigue crear una red de información que puede completar el punto de vista de los usuarios interesados en una determinada cuestión. Y es así, en mi opinión cómo se debería entender, como una serie de referencias bibliográficas para ampliar conocimientos. Sin embargo, se está produciendo en los medios un abuso de enlaces que, muchas veces, no completan o aportan información nueva –e incluso dificulta la lectura–, y contribuyen a la confusión y desconcierto informativo que ya sufre la mayoría de la sociedad.

El problema de las etiquetas

Si hay una cosa clara que nos han enseñado materias no propiamente científicas como la Historia, es que las etiquetas no son capaces de abordar en su plenitud a la realidad que designan. Pero el ser humano –y las imposiciones de su naturaleza mental- se ve obligado a etiquetar con más o menos acierto las realidades que le rodean. Desde que la tecnología “doméstica” se ha adueñado de nuestras vidas, todo un elenco de nuevos términos han entrado en nuestro vocabulario habitual sin hacer ruido, aunque con firmeza. Y los aceptamos sin más resistencia sin detenernos a reflexionar sobre su origen, propiedad o significado.

El ciberperiodismo–junto a otros términos como periodismo electrónico, digital, multimedia…- han sido los elegidos por los hablantes castellanos para referirse a ese fenómeno que es el periodismo trasladado a Internet, en todas sus variedades y estilos. Ante la multitud de posibilidades que existen para nominar al periodismo propio de Internet, y a las cabeceras que en habitan en la red, los teóricos de la comunicación no terminan de llegar a un acuerdo. De entre todos, puede que el más apropiado sea el de "periodismo telemático", pues el término telemática, según la RAE, es la “aplicación de las técnicas de la telecomunicación y de la informática a la transmisión a larga distancia de información computarizada”, que encajaría muy bien con las nuevas formas de periodismo en Internet, caracterizado por incorporar audio, vídeo, infografía multimedia, etc. a los textos tradidicionales –también renovados gracias al hipertexto- Aunque hay que reconocer que el término ciberperiodismo es más utilizado por su mayor simplicidad y referencia al periodismo que “navega” en la red.

Por otro lado, está la cuestión de los nombres de los diarios que deciden lanzar una edición en Internet. ¿Cómo deberían llamarse? La mayoría de ellos eligen el "apellido" digital. Quizás esto quiere decir que cabría tener en cuenta una tercera opción como válida: “periodismo digital”. Puede que este sea el nombre más adecuado para un periodismo que ya traspasa Internet y se aloja en teléfonos móviles, PDA´s, etcétera. También se ajusta más a la realidad que otras opciones como “periodismo electrónico” y está más extendido entre los usuarios.

Proponer un nombre nuevo para este periodismo me parece, además de una pretensión muy alta por mi parte, innecesario, pues ya existen suficientes para crear las controversias que tanto gustan a los estudiosos. Además, no podemos ignorar que en multitud de ocasiones, el lenguajese abre paso sólo, erigiéndose vencedor el vocablo más utilizado por la sociedad –empezando por los medios y terminando en los niños-. Las etiquetas ya están puestas. Muchos historiadores han nominado con mayor distanciamiento de los hechos y han errado. ¿Habremos acertado nosotros?

El precio de la información

Hace ya muchos años que el periodismo se ha convertido en un negocio. Las empresas periodísticas, como todas las empresas, tienen la rentabilidad económica como primer objetivo, aunque esto conlleve algunos matices en contra. Hay quien piensa que el periodismo, por la responsabilidad y repercusión social, e incluso económica y política que tiene, debe ser regido por otros intereses ajenos al mercado económico. Pero al fin y al cabo no deja de ser una empresa.

Una de las últimas cuestiones debatidas en torno a los intereses económicos de los medios de comunicación es la referida a la prensa digital. La mayoría de cabeceras que lanzaron su edición digital cobran por el acceso, parcial o total, a los contenidos. La verdad es que no resulta fácil aclarar cuál es el método que mejores resultado ha ofrecido hasta ahora, ya que los principales diarios nacionales han adoptado diferentes filosofías al respecto. Por una parte, el diario ElPaís.es, que empezó ofreciendo la totalidad de información gratuita, ha optado por ofrecer todos sus contenidos previo pago. Por otra parte, Abc.es ofrece a los lectores una serie de noticias de forma gratuita y exige abono para determinados servicios como la hemeroteca. Por último, podemos comprobar como el diario Elmundo.es, que ofrece un producto totalmente abierto, cobrando únicamente por los contenidos que aparecen en la edición impresa. Y parece que es el modelo que mejor han encajado los lectores, pues es el diario digital más leído por los españoles.

De este modo nos encontramos que existen diferentes criterios de entender la prensa en Internet. Es cierto que los diarios digitales dejaron de ser meras transcripciones de sus hermanos de papel, y se han convertido en medios independientes, que ofrecen distintas posibilidades y servicios, además de una información actualizada prácticamente en tiempo real. Y esto exige un gran esfuerzo económicopor parte de las cabeceras, que difícilmente se ve compensado por los ingresos obtenidos por la publicidad. De modo que puede parecer rentable y coherente cobrar por un trabajo bien hecho y por un servicio prestado. Sin embargo, hay que pensar que los usuarios de internet, ya pagan unas cantidades mensuales considerables por una conexión medianamente rápida, por lo que pocos son los que desean pagar más por estar informado. Y este hecho se agrava cuando existen multitud de lugares donde encontrar noticias gratis. Es cierto que se pretende cobrar por un servicio de calidad, pero no hay que olvidar que ofrecer un portal con gran parte de gratuidad, como hace El Mundo, consigue ganar lectores que, si quedan satisfechos, pueden interesarse por la edición escrita, y, además, consigue prestigio. Cada cual elige el método que mejor favorece sus intereses y encaja con su estrategia. Luego serán los lectores los que elijan lo que más les guste.

Escribir en el ciberespacio

Desde que el periodismo encontró en Internet un nuevo modo de desarrollo, han sido muchas las cuestiones peliagudas que han saltado a la palestra. Algunas de ellas ya han sido tratadas a lo largo de esta serie de artículos sobre nuevas tecnologías y periodismo. Sin embargo, no hemos hablado hasta ahora del estilo de redacción más conveniente para un medio como el digital. Parece ser que existen numerosos teóricos que han lanzado decálogos rígidos como propuestas. Como verdaderos libros de estilo para los periodistas que trabajan para la prensa digital.
Parece claro que Internet es un medio totalmente diferente a la prensa escrita, y que, por sus enormes posibilidades, exige formas innovadoras de redactar que se adecuen a él. Sin embargo, no creo que alejarse en exceso de las normas estilísticas tradicionales sea el mejor camino a seguir, ya que los libros de estilo se centran con más atención en el propio lenguaje. Es decir, en el contenido y la forma de los textos, por lo que la forma de presentación sería, de algún modo, secundaria.

Como se ha dicho antes, existen numerosas normas específicas para la redacción en el periodismo digital, pero no todas gozan de popularidad o aplicación en la realidad. Uno de los más prestigiosos teóricos que ha profundizado en el tema, Jakob Nielsen, destaca tres características como las más apropiadas para escribir en los medios digitales: brevedad y concisión, escaneabilidad y la utilización del hipertexto. Sin embargo, no da la impresión de que aporte demasiado a los libros de estilos tradicionales. Simplemente aboga por una forma de texto periodístico con las aplicaciones propias de internet aplicadas, pues, de hecho, incluso defiende la pirámide invertida como la mejor estructura de textos aplicable al periodismo en la red.

Por otra parte, se puede caer fácilmente en el error de ofrecer informaciones superficiales para elaborar un producto atractivo e interactivo para los lectores. Las enormes posibilidades que ofrece internet al periodismo pueden transformarlo en un sistema de información-entretenimiento excelente. Pero no hay que olvidar la complejidad de la realidad y la necesidad de la palabra para poder analizarla, contextualizarla y entenderla. Por esta razón, la reducción de texto respecto a la prensa tradicional no parece precisamente un acierto.

Por lo tanto, podríamos decir que es absolutamente necesario aprovechar las posibilidades que se ofrecen en el ciberespacio (posibilidad de vídeo, infografía, texto, etcétera para una sola información), y no quitar importancia a revoluciones tan importantes como el hipertexto. Pero eso no implica que, por haberse trasladado a un nuevo medio, el periodismo deje de ser lo que es para colaborar de pleno en la trivialización de la sociedad.

La oportunidad perdida del cable

Andalucía, como en muchos otros aspectos de la vida, va a otro ritmo. Esta tierra, que no ha tenido suerte a lo largo de su historia, tampoco ha vivido una revolución digital al mismo nivel que en otras zonas españolas. Internet en Andalucía ha entrado, en general, lentamente, quizás debido a la complicada situación económica de algunas zonas rurales o incluso ciudades, al escaso nivel cultural, o la longevidad de sus habitantes. El caso es que, por una razón u otra, Internet ha necesitado algunos años para hacerse un hueco en la vida cotidiana de los andaluces, hasta convertirse en una de las comunidades españolas con mayor número de conexiones, ya sean a través del cable o de ADSL.

Cuando Internet comenzó a extenderse entre los hogares andaluces, el cable fue acogido con gran aceptación, debido a las atractivas ofertas que las operadoras Auna Supercabley Onoofrecían a sus clientes. Ahí estuvo la gran oportunidad del cable de afianzarse en este territorio, ya que el ADSLde Telefónica (y de otras compañías como Wanadoo) aún no estaba desarrollado, y la posibilidad de englobar en un mismo paquete televisión, telefonía e internet, lo hacía muy atractivo. Sin embargo, las numerosas "caídas" generales de la red y los múltiples problemas de conexión provocaron la baja de muchos usuarios que no estaban dispuestos a pagar por un servicio que no recibían.

De este modo, se ha llegado a una situación en la que los operadores de cable siguen ofreciendo buenas ofertas, tanto en precios como en servicios (velocidad, canales de televisión, etcétera), pero tienen que competir con el ADSL asentado como una de las mejores posibilidades de conexión, que, a pesar de ser sensiblemente más caro, ofrece un servicio más seguro y permanente. Parece ser que la multitud de posibilidades que ofrece el cable (servicios de telefonía, televisión convencional de mayor calidad, televisión digital interactiva, video bajo demanda, videoconferencia, teletrabajo,…), no están siendo ofertada ni demandada por los andaluces, ni por el restos de españoles. El cable no está aprovechando todas sus posibilidadesy está encontrando dificultades en su extensión a determinadas zonas (necesidad de realizar obras) y, sobre todo, en el desarrollo de otras tecnologías que se presentan como serias alternativas. Así, en pocos años, llegará la Televisión Digital Terrestre, que ampliará la oferta de canales; se habrá extendido el PLC (Power Line Comunications) , con la comodidad que supone disponer de Internet en un enchufe… y así en todos los campos.
El cable llegó de forma tardía a España y a Andalucía, y tal vez por esa razón no ha tenido el éxito de otros países. Lo que parece seguro es que, de momento, sin haber perdido la batalla, ha dejado escapar la oportunidad de erigirse como la alternativa más eficaz para disfrutar de las telecomunicaciones, y se ha quedado simplemente en una opción más.

¿Y ahora qué?

Bueno, después de diez largos artículos sobre distintos temas relacionados con el mundo de la información y las nuevas tecnologías, ha llegado el momento de cerrar este ciclo dentro de este blog. Parece que ha sido esta una serie de artículos interesantes que espero le haya podido servir a alguien. Pero ahora, quiero cambiar el tono de este ciberpúlpito. Es hora de que en este rincón se traten temas más cercanos al humanismo, al arte, a la literatura o la antropología. Por lo tanto, me despido con cariño de lo que sido hasta ahora este blog, e inauguro uno nuevo dentro del mismo. Como cada uno de nosotros, esto también evoluciona...