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¿Por dónde iba?

Todos periodistas

La interminable lucha entre los medios de comunicación por conseguir la empatía de sus lectores siempre ha garantizado la innovación en el periodismo. Sin embargo, en los últimos años estas innovaciones han estado más vinculadas a las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías que al propio periodismo. La última gran pugna -que en realidad sólo acaba de despegar- entre los medios es el llamado periodismo participativo. Cualquier persona, a través de los llamados weblogs, puede elaborar y publicar un texto periodístico y así participar de una manera activa -como nunca antes se había hecho- en la elaboración de un periódico o del marco informativo de la sociedad. Los blogs están creciendo a un ritmo vertiginoso en España y es aquí donde surge la polémica: ¿Está preparado todo el mundo para vertir informaciones u opiniones alegremente? La credibilidad o la formación de un blogero no puede ser constrada, y parece evidente que, a pesar de que todos tenemos opiniones respecto a la realidad que nos rodea, no todas son relevantes o significantes.

Es innegable la enorme posibilidad que ofrecen las bitácoras, pero deberían estar a disposición únicamente de periodistas. La libertad de expresión es un derecho fundamental de todos los españoles, pero la intromisión de personas ajenas al periodismo difícilmente enriquecerá la calidad de los medios y de la sociedad misma. Lejos de aclarar el panorama informativo, enrevesado de por sí, la participación de los lectores de esta manera tan agresiva, creará una mayor confusión, donde los términos investigación, análisis, documentación o veracidad se verán en entredicho.

Por otra parte, parece que la naturaleza del "movimiento blogero" está cambiando. En un principio, éste nació como una alternativa a los medios convencionales, concentrados en los grandes grupos de comunicación internacionales. Sin embargo, en los últimos tiempos, estamos asistiendo a la introducción de blogs en distintos diarios de ámbito nacional. Entre estos medios existen algunas diferencias. Periódicos -en su versión digital- como elmundo.eshan comenzado a crear blogs sólo para columnistas del propio diario, limitando así la participación de los lectores. En el polo opuesto se encuentra quediario.com, que permite la redacción y elaboración completa de noticias por parte del público. Y por último y en un término medio, se encuentra 20minutos.es, que permite el comentario a las noticias y artículos de opinión elaborados por los periodistas del diario. Esto podría demostrar la inquietud de los medios por conocer las opiniones de sus lectores, y así elaborar un periódico que los llegara a satisfacer plenamente contando con su colaboración. Pero conociendo la forma de funcionar de éstos, no parece que sea mucho más que una campaña de imagen o una carrera para colgarse la medalla del medio más moderno, plural y cercano al público.

En definitiva, parece que los blogs están llamados a ser el futuro o la destrucción del periodismo tradicional, y los periodistas de título quedaremos diluidos entre la nueva gran masa redactora, tal vez sin encontrar otro remedio que buscarnos la vida entre abogados, médicos o arquitectos. Ejerciendo algo que no sabemos.

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