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¿Por dónde iba?

Escribir en el ciberespacio

Desde que el periodismo encontró en Internet un nuevo modo de desarrollo, han sido muchas las cuestiones peliagudas que han saltado a la palestra. Algunas de ellas ya han sido tratadas a lo largo de esta serie de artículos sobre nuevas tecnologías y periodismo. Sin embargo, no hemos hablado hasta ahora del estilo de redacción más conveniente para un medio como el digital. Parece ser que existen numerosos teóricos que han lanzado decálogos rígidos como propuestas. Como verdaderos libros de estilo para los periodistas que trabajan para la prensa digital.
Parece claro que Internet es un medio totalmente diferente a la prensa escrita, y que, por sus enormes posibilidades, exige formas innovadoras de redactar que se adecuen a él. Sin embargo, no creo que alejarse en exceso de las normas estilísticas tradicionales sea el mejor camino a seguir, ya que los libros de estilo se centran con más atención en el propio lenguaje. Es decir, en el contenido y la forma de los textos, por lo que la forma de presentación sería, de algún modo, secundaria.

Como se ha dicho antes, existen numerosas normas específicas para la redacción en el periodismo digital, pero no todas gozan de popularidad o aplicación en la realidad. Uno de los más prestigiosos teóricos que ha profundizado en el tema, Jakob Nielsen, destaca tres características como las más apropiadas para escribir en los medios digitales: brevedad y concisión, escaneabilidad y la utilización del hipertexto. Sin embargo, no da la impresión de que aporte demasiado a los libros de estilos tradicionales. Simplemente aboga por una forma de texto periodístico con las aplicaciones propias de internet aplicadas, pues, de hecho, incluso defiende la pirámide invertida como la mejor estructura de textos aplicable al periodismo en la red.

Por otra parte, se puede caer fácilmente en el error de ofrecer informaciones superficiales para elaborar un producto atractivo e interactivo para los lectores. Las enormes posibilidades que ofrece internet al periodismo pueden transformarlo en un sistema de información-entretenimiento excelente. Pero no hay que olvidar la complejidad de la realidad y la necesidad de la palabra para poder analizarla, contextualizarla y entenderla. Por esta razón, la reducción de texto respecto a la prensa tradicional no parece precisamente un acierto.

Por lo tanto, podríamos decir que es absolutamente necesario aprovechar las posibilidades que se ofrecen en el ciberespacio (posibilidad de vídeo, infografía, texto, etcétera para una sola información), y no quitar importancia a revoluciones tan importantes como el hipertexto. Pero eso no implica que, por haberse trasladado a un nuevo medio, el periodismo deje de ser lo que es para colaborar de pleno en la trivialización de la sociedad.

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